La verdad es que se me ha hecho difícil leer por estos días y más aún escribir estos comentarios. El tiempo no me ha acompañado, cambio de departamento, búsqueda de nuevos proyectos, trabajos pendientes y terremotos varios no me han dejado espacio para esta deliciosa actividad de leer.
Empero, entre trámite y trámite pude leer (releer a decir verdad) hace un par de semanas esa extraordinaria fábula de Richard Bach llamado Juan Salvador Gaviota, que después de cada lectura -y con unos años de más en el cuerpo- hace tanto sentido y hace tanto bien, cuanto más luego de las catástrofes que nos trajo el terremoto de fines de febrero.
Juan Salvador Gaviota -no diré nada nuevo- es una fábula que ha marcado a varias generaciones. Juan Salvador es una gaviota que cree que hay algo más que simplemente luchar por el alimento. La existencia no puede estar suscrita sólo a aquello y en el vuelo y su perfeccionamiento encuentra el sentido de su vida. Este solo planteamiento -el sentido de nuestra vida- ya nos deja marcando ocupado, hoy mucho más que cuando la leímos en el colegio.
El perfeccionamiento, el amor puesto en lo que uno hace, la entrega, el no ser parte del rebaño, y un largo etc., nos va mostrando Juan Salvador a través de estas breves páginas, que llenan de emoción y nos plantean complejas preguntas que muchas veces no nos queremos responder.
No pretendo decir más, sólo los invito a leerlo o -para la gran mayoría- releerlo, pero con otros ojos, con una nueva mirada, pues las enseñanzas de Juan Salvador calarán hondo, se los aseguro.
Escrito por Gonzalo Araya I. a las 10:20 AM
Etiquetas: EE.UU., Fábula, Richard Bach
FUENTE: http://garaya.blogspot.com/2010/03/juan-salvador-gaviota.html