Prólogo
La novelística peruana contemporánea presenta variaciones bastante notorias. Después de la narrativa de la denominada gene¬ración del 50, se desarrolla por lo menos con tres variantes: la novela epigonal del 50, la propuesta por el Grupo Narración y sus seguidores y la novelística (narrativa) de referente andino. Cada una de estas variantes muestra logros visibles, pero también búsqueda no encontrada, así como a escritores de trascendencia (aun¬que no reconocidos todos como debiera ser por la limitada crítica literaria peruana, sumida siempre en la loa fácil de los favoritos o por hallarse enfangada en su discurso seudofilosófico culturalista). De los narradores más notables, puede mencionarse a Alfredo Bryce Echenique (entre los epígonos del 50 en el Perú y del BOOM lati¬noamericano en el continente) y a Miguel Gutiérrez (acaso el es¬critor más resistido por la crítica por razones que nada tienen que ver con el logro artístico, pero también el de mayor talento entre los narradores de promociones post 50, además de ser autor de valiosos textos ensayísticos) por el Grupo Narración. La novelística de referente andino aún no muestra a escritores con la solidez creativa de los dos escritores anteriormente aludidos, aún cuando hay textos novelísticos que insinúan futuros trabajos de mayor tras¬cendencia. En este panorama, habría que ubicar la presencia de las propuestas novelísticas (narrativa en general) de los escritores últimos, considerándoselas como una vertiente más que se suma a las anteriormente señaladas, más allá de que ésta no haya logrado todavía ni una obra sobresaliente ni un autor descollante.
Es de especificar, sin embargo, que la última variante de las señaladas, viene desarrollándose básicamente en la década del 90, con escritores jóvenes en el inicio del ejercicio novelístico, quienes estructuran sus obras siguiendo la propuesta de la literatu¬ra minimalista (Carver es el paradigma) y de la denominada novela negra o novela “basura” norteamericanas (Bukowski y Easton Ellis son los más notables), con excesiva propaganda en los medios de comunicación. Pero, si quisiéramos opinar objetivamente, esta ver¬tiente es la más frágil y la menos importante, al margen de que sus autores tratan de mostrar nuevas propuestas en el quehacer novelístico, incorporando en su discurso temas que antes no fue¬ron tocados con bastante interés por ninguna de las tres variantes arriba mencionadas, sino por cuanto se sitúan en una orientación excesivamente dependiente de las modas literarias angloamerica¬nas. No se trata de encontrar sólo fracasos en esta vertiente; pero es de advertir esa dependencia de la novela light y la novela “ba¬sura” americanas. Esta constatación tampoco debe llevar a creer que las dos tendencias en la narrativa última norteamericana no cuentan con excelentes exponentes y con obras de trascendencia. Citemos, como ejemplo, a Carver, Burroughs y, básicamente, Easton Ellis. AMERICAN PSYCO, por decir una opinión sumaria de una obra representativa, trasciende el marco de la novela negra para convertirse en un muestrario simbólico grotesco (que subvierte y enferma) de la condición humana que ha generado en su devenir histórico un país de “primer mundo”.
A este panorama de la novelística peruana contemporánea, viene a sumarse BAJADA DE REYES de Miguel Arribasplata, cuya narrativa la situamos en el conjunto de obras que conforman la narrativa peruana del 70 (o de la promoción de escritores peruanos contempo¬ráneos postgeneración del 50). Tras una mirada en retrospectiva, debe señalarse que Arribasplata es un escritor que ha incursionado en más de una variante de las señaladas en la primera parte de este prólogo, con lo cual demuestra una versatilidad apreciable. Empezó escribiendo cuentos en la década del 70 y 80 (TANDAL fue su primer libro de narrativa), que mostraban un referente de rasgos típicamen¬te andinos, cuyo arquetipo real se nos ocurre la norteña tierra de Cajamarca, básicamente sus zonas aldeanas; luego, con su novela LOS TRES ESTAMENTOS, elige el universo citadino de la vida uni¬versitaria como la realidad modelo que le permitirá elaborar el uni¬verso imaginario, donde se reconocen los trajines de la objetividad y de la subjetividad de los actores estudiantiles universitarios circunscritos en aquel referente que habría de participar, sólo en segui¬da, en la historia real de las décadas del 80 y del 90. Ya en esta novela, Arribasplata insinúa, con bastante acierto, el uso del humor y la ironía en la elaboración de los ego s experimentales (conforme a la acepción de Kundera) como también las historias ficticias del en¬tramado de las relaciones que simulan la problemática socio-políti¬ca que se dio en el contexto no sólo de La Cantuta sino, también, en las demás universidades peruanas estatales.
BAJADA DE REYES es una profundización de la temática del cosmos universitario expuesto en la novela anteriormente citada, con la salvedad de que ésta, usufructuando hábilmente los recur¬sos minimalistas y un tanto de humor negro, alcanza mayor rigor y mejor presentación tanto en la composición de las historias como también en la presentación psicológica de sus personajes-actores. El juego de azar que practican los estudiantes de la universidad reconociblemente de un referente que alude a una ciudad andina, hace de coro o telón de fondo para el desarrollo del espesor vital tanto del profesor Nito Zárate y de la angurrienta profesora Alvites, sobrenombrada Pejesapo; de Pamela, la estudiante dicharachera y diestra en el uso del sexo para conquistar furtivos y casi famélicos amantes del mundo estudiantil, así como “vivir” a expensas de los favores de docentes caóticos y pasados de edad, que no escatiman cambiar una nota aprobatoria de alguna imaginaria asignatura por un momento de sexo y placer con sus alumnas. El Viejo Poeta es la caricatura grotesca de un personaje que, como tantos de la reali¬dad real, transita en quimeras personales donde se halla ilustre y notable, aun cuando su trajín de poeta, tardío y crepuscular, no pasa de ser un intento folclórico, por decir lo menos. Nito Zárate, además de ser diestro domador de alumnitas dadivosas y necesita¬das de favores magistrales, es un ejemplo de intelectual (docente universitario) caricaturesco, que siempre lleva a flor de labios las sabias enseñanzas de algún genio (Nietzsche es en, su caso), habiéndolas revivido, se nos ocurre tras la caída del Muro de Ber¬lín y de su secuela ideológica, en recetas postmodernas con cuya posesión se siente el más notable y el más trascendente en el microcosmos universitario imaginario donde habita.
Con BAJADA DE REYES, Miguel Arribasplata ha logrado com¬poner una novela con temática importante (en razón de su intertextualidad múltiple) y un discurso que de alguna forma mues¬tra nuevos caminos para el desarrollo de la novelística peruana contemporánea, valiéndose, con destreza, de lo que en materia formal pueden ofrecer tanto la técnica de composición literaria minimalista, así como la de la novela negra, dejando para otros, acaso para los excesivamente jóvenes escritores peruanos tributa¬rios de Bukowski o Carver, para quienes sólo el transexo, la droga y la condición humana que se reconocen en un pequeñísimo sec¬tor de la sociedad peruana y no en las grandes mayorías, merecen ser consideradas como referente.
Por Julián Pérez
Fuente: http://www.utea.edu.pe/Publicaciones/Textos_Bajada.htm
2 comentarios:
Como alumna y universitaria deseosa de leer y experimentar nuevas obras literarias con diferentes significados me he visto en la necesidad de investigar obras contemporaneas como es la del profesor ARRIBASPLATA; he experimentado una gran satisfaccion leyendo este libro "Bajada de Reyes" donde no solo nos muestra en partes la realidad que se vive en las universidades sino que nos aconseja las formas como NO se puede resolver los problemas de una universitaria.
Por eso no solo recomiendo leerlo sino que demos un tiempo para sentir la satisfaccion de llenar nuestra propia ignorancia.
Evelyn Mendoza Licapa
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