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miércoles, 28 de enero de 2009

Vuelve la novela política con Las muertes de Emilio, de Víctor Andrés Ponce

El periodista y escritor Víctor Andrés Ponce, de reciente y constante producción literaria, vuelve al ruedo con Las muertes de Emilio (Norma, 2008). Esta novela, que se presentará próximamente en la Feria del Libro de Trujillo, da cuenta de las vivencias del periodista Emilio Peralta en el diario ficticio Excelsior, durante las últimas dos décadas del siglo XX.
¿En qué se basó el material para la escritura? La novela cuenta con elementos que podríamos llamar autobiográficos.–Emilio estudió en el colegio Guadalupe, en San Marcos, ha sido militante de izquierda y periodista. Es lo que me ha pasado, pero en este caso se trata de una ficción, con todas sus reglas: los personajes no deben ser ni muy buenos ni muy malos. Tienen luz y noche. En la vida real, los acontecimientos se desenvuelven entre blanco y negro. En la ficción no puede ser así.
Da la impresión de ser una novela sobre la educación sentimental....–Es una novela de aprendizaje en el gran sentido: político, afectivo e intelectual. Emilio asume retos y experiencias vitales. Asume la izquierda y luego se desencanta. Quiere amar y fracasa. Pugna por ser periodista y se le cierran las puertas. Anhela escribir, pero carece de talento innato. Es la historia de una suma de fracasos, pero él llega a una conclusión: sólo intentando escribir su vida puede cobrar sentido.
Estamos frente a una inmersión de tinte político. ¿Cómo se relaciona la trayectoria de Emilio con la época?–Son dos historias que se juntan en un gran torrente. En el caso del Excelsior, todos empiezan a ser manipulados por el poder oscuro de Fujimori. Se narran todas las estratagemas del fujimorato: presiones económicas a los dueños, soborno, compra y la resistencia de los periodistas. Pero también es una novela política porque narra nudos ideológicos que enlazaron a la sociedad en los años ochenta y noventa, que de alguna manera explican lo que nos pasó y pasa hoy.
El conocimiento de primera mano de la izquierda es importante...–La izquierda llega a su fin con Sendero Luminoso. Cuando comienza su guerra, la identidad de la izquierda muere. La militancia ideológica afectaba notoriamente la vida personal de la gente. Emilio abandona la literatura por la militancia política. Esos compromisos ideológicos moldeaban las apuestas de la gente. Era una religión, donde la individualidad era aplastada por los grandes discursos. Una izquierda liberal, socialdemócrata, es una cosa diferente. Ojalá que surja en el Perú.
Datos adicionales1 Víctor Andrés Ponce nació en Lima en 1964. Ha trabajado en diversos medios escritos, televisivos y radiales.
2 Es autor de las novelas Los aniquiladores y De amor y de guerra. Piensa cerrar un ciclo con su última entrega.
3 El libro se presentará en la Feria del Libro de Trujillo (complejo Mansiche) el domingo 1 de febrero, a las 17.00 horas.
Tomado de ANDINA ( Agencia Peruana de Noticias)

lunes, 26 de enero de 2009

UN LUGAR LLAMADO OREJA DE PERRO, de Ivan Thays

Un lugar llamado Oreja de Perro es una buena novela. La trama es clara y, si se quiere, atractiva: un periodista peruano –que perdió hace poco a su hijo y está por perder a su esposa– viaja a Oreja de Perro, una miserable ciudad andina destruida por el terrorismo, para cubrir la visita del presidente Alejandro Toledo; allí se involucra con una “chola”, padece la violencia del Perú profundo, escribe las líneas que leemos. Hay un juego, más o menos obvio, con el tema de la memoria (un hombre amnésico, otro incapaz de olvidar y un país decidido a recordar los crímenes pasados), así como un descenso, no demasiado intenso, a los bajos fondos. Hay, sobre todo, oficio, una factura casi intachable: nada desentona, todo fluye y los cabos son atados. Si el desarrollo dramático depara pocas sorpresas, algunos fragmentos son de veras notables. Esto no es poca cosa.
Por Rafael Lemus

sábado, 24 de enero de 2009

UGEL 06 de Ate Vitarte realiza actividades a favor de la lectura


El destacado dramaturgo y escritor Aureo Sotelo en compañia de profesores y la especialista de UGEL


Durante el año 2008 la UGEL 06 de Ate Vitarte realizó importantes actividades que tuvieron como objetivo promover la lectura tanto a nivel de alumnos como de docentes. Concursos de argumentación, de declamación, teatro escolar, concurso docente lector exitoso, seminarios, talleres, etc, se llevaron a cabo gracias a la indoblegable labor de la especialista de comunicación la profesora Ana Julia Enciso Trujillo quien puso de manifiesto de esta manera su gran amor por la literatura y el arte.

Profesores ganadores del Concurso de Declamación en compañía de la especialista de comunicación

Los profesores de esta UGEL por primera vez fueron parte de estos concursos en calidad de participantes y ponentes. Cabe resaltar el Seminario Plan Lector que tuvo una duración de una semana, durante la cual se contó con la presencia de Félix Huamán Cabrera, Oswaldo Reynoso, Crowell Jara, Aureo Sotelo y otros destacados escritores nacionales. Nuestras felicitaciones a todos los docentes que participaron en estas jornadas culturales ya sea como ponentes o asistentes, demostrando su sensibilidad artistica y gusto por la literatura peruana.


Alumno: RONIE CUBA SOTELO



Profesora: DORIS HUAMÁN CÓNDOR

La narrativa del conflicto armado interno

Oscar Colchado

Luego de que la Comisión de la Verdad y Reconciliación emitiera su Informe Final el 2003 sobre la violencia interna en nuestro país entre 1980 y 2000, una serie de publicaciones literarias, periodísticas y académicas han prolongado la discusión sobre aquella parte de nuestra historia que difícilmente muchos peruanos podrán olvidar. En los ochenta podemos remitirnos a novelas como Historia de Mayta (1984) y Lituma en los andes (1993), ambas de Mario Vargas Llosa. En los últimos años, las publicaciones en torno a la narrativa del conflicto armado interno han ido intensificándose cada vez más, oscilando entre tendencias realistas-documentales o mítico-religiosas con alusiones dantescas como Rosa Cuchillo (1997) de Óscar Colchado. Alonso Cueto con La hora azul (2005), Santiago Roncagliolo con Abril Rojo (2006) y recientemente con La cuarta espada (2007), Daniel Alarcón con Radio Ciudad Perdida (2007) o la antología de cuentos sobre la violencia política de Gustavo Faveron, Toda la sangre (2006), cuentan como las obras más conocidas en nuestro medio.En esta edición queremos brindarles un breve panorama de las novelas que han abordado el tema del terrorismo en el Perú, siendo concientes de que existen aún mucho por investigar al interior del país ya que muchas publicaciones no suelen llegar a la ciudad capital.

Toda la sangre. Antología de cuentos peruanos sobre la violencia política (2006)Gustavo Faverón Patriau

Toda la sangre (2006) es la prueba definitiva del compromiso asumido por decenas de escritores peruanos ante el problema de la violencia social. El libro incluye muchos de los textos más significativos de las letras peruanas recientes. Es un documento de una guerra que, en medidas distintas, todos los peruanos tuvimos que enfrentar.

Radio Ciudad Perdida (2007)Daniel Alarcón

Hace diez años que la guerra civil ha terminado en un país sin nombre de América Latina. Mucha gente ha desaparecido y la ciudad se ha transformado desordenada y dramáticamente. El gobierno ha liquidado brutalmente a un movimiento guerrillero. Es en este contexto que transcurre Radio Ciudad Perdida, novela en la que Daniel Alarcón logra mostrarnos el rostro más doloroso de la guerra.

La hora azul (2005)Alonso Cueto

El doctor Adrián Ormache descubre que su padre, un oficial de la Marina muerto unos años antes, había sido jefe de un cuartel en Ayacucho en tiempos de la guerra desatada por Sendero Luminoso. También se entera de las torturas y asesinatos perpetrados en ese cuartel y de la existencia de una misteriosa prisionera de la que su padre, al parecer, se enamoró. Poniendo en riesgo la comodidad de su vida en Lima, Adrián, sin saber bien por qué, se propone encontrarla. Casi sin darse cuenta, Adrián Ormache se interna en los territorios de la maldad y va descubriendo episodios y personajes sobrecogedores, pero su búsqueda es también un viaje al interior de sí mismo.

Rosa cuchillo (1997)Óscar Colchado

Rosa cuchillo parte de su pueblo natal en la sierra central, en busca de su hijo Liborio, enrolado en la filas de Sendero Luminoso y asesinado por los sinchis. El alma de Rosa transita por las tres esferas de la existencia del mundo andino, en un viaje similar al de Dante en la Divina Comedia. Ignora cual es su verdadera identidad, la cual le será revela hacia el final de la historia.

Candela quema luceros (2006)Félix Huamán Cabrera




Candela quema luceros es la metáfora que da título a la novela cuyo contenido tiene que hacer con los conceptos de fuego y luz. Uno que destruye, que todo lo convierte en ceniza y otro que da lumbre, guía y orienta. Contenido que refleja la realidad social en conflicto, enfrentamiento y guerra, así como la esperanza y deseos de vivir.

Por Arturo Caballero Medina

LA CUARTA ESPADA. LA HISTORIA DE ABIMAEL GUZMAN Y SENDERO LUMINOSO

Santiago Roncagliolo autor del libro

Casi 70,000 muertos produjo la guerra entre el movimiento terrorista Sendero Luminoso y el Estado Peruano entre los años ochenta y noventa. Responsable de más de la mitad de las víctimas, Sendero fue el grupo subversivo más letal en la historia del continente americano. Abimael Guzmán, el hombre que condujo toda esa violencia y se consideraba asì mismo como la "cuarta espada" del comunismo internacional tras Lenin, Stalin y Mao, no llevaba armas. No tenía apoyo de gobiernos extranjeros, ni siquiera estaba presente en el campo de batalla. Detrás de un escritorio, armado con una rigurosa ideología, puso en jaque a todo el Perú durante doce años. Su historia constituye un escalofriante ejemplo del poder destructor de las ideas.¿Cómo se convirtió Guzmán en un objeto de culto capaz de inspirar entre los suyos misiones kamikazes? ¿Quiénes eran sus soldados? ¿Cómo eran el amor y el odio entre ellos?. La cuarta espada es la primera descripción de las relaciones humanas en el interior de una cúpula terrorista con la información proporcionada por sus protagonistas.Pero más allá del documento periodístico, este libro se lee como una novela en la tradición de "A sangre fría" : una inmersión en la mente del asesino, un retrato del mal.
Santiago Roncaglilo

La cuarta espada, de Santiago Roncagliolo



El terrorismo en el Perú dejó un saldo de casi setenta mil víctimas, entre muertos y desaparecidos, durante los veinte años que duró esta guerra. En La cuarta espada, Santiago Roncagliolo rastrea el origen y las consecuencias de esa barbarie a través de un acercamiento a la biografía de Abimael Guzmán, tarea titánica porque quien fuera líder de Sendero Luminoso, el mayor grupo terrorista del Perú, no solo pasa sus días en la cárcel más segura del mundo, como se describe al inicio del libro, sino que también construyó unas barricadas de terror que parecen infranqueables cuando el periodismo busca a sus familiares y personas que fueron cercanas a él.
La cuarta espada no pretende ser una biografía total porque su autor reconoce las dificultades del proyecto, a veces de manera acertada revelando las taras de los políticos y el temor que aún existe del gobierno peruano hacia la figura de Guzmán, y otras como simples justificaciones que no hacían falta. Roncagliolo empieza investigando en la niñez de su personaje, un “hijo natural” abandonado a los ocho años y luego acogido en el hogar de su padre gracias a la caridad de su madrastra chilena, versión extraída de la novela En mi noche sin fortuna, escrita por Gladys Susana Guzmán, hermanastra del líder terrorista. El despertar sexual, sus aficiones literarias y las diferencias de clase que le impiden cortejar a la hija única de una pareja de profesores escolares, son tres temas que ayudan a reconstruir la adolescencia de un Guzmán que solo enfrenta frustraciones y se refugia en los libros, “una buena patria para los que son de ninguna parte”. La otra fuente para indagar en aquellos años es otro hermanastro de Guzmán, un abogado para quien en el Perú “lo único que ha fracasado es lo que usted llama democracia. Para no verlo hay que ser fanático”. La escena corresponde a uno de los momentos en los cuales Roncagliolo se convierte también en protagonista del libro, porque este libro es también la crónica personal de un joven que regresa a su país y trata de comprender lo incomprensible: los absurdos ideológicos y las fantasías doctrinarias que sustentaban el terror. Basta con leer la respuesta del ex diputado comunista Gustavo Espinoza cuando se le pregunta sobre la autoría senderista de los atentados y otros crímenes:
“Algunas cosas habrán hecho. Pero sobre todo, han sido artificialmente creados por la propaganda. Muchos atentados eran dirigidos por el ejército o la policía, a veces los mismos policías, por robar, se disfrazaban de subversivos”.
No miente Espinoza en su última frase, pero al negar lo innegable en la primera parte de su respuesta, da pie a que cualquier lector se pregunte cuál fue la verdadera posición de la izquierda peruana y de los intelectuales respecto a Sendero Luminoso. Recordar que Guzmán fue profesor universitario como los miembros de la cúpula senderista. Roncagliolo resalta esta etapa, que ayuda a entender cómo los terroristas suman seguidores a su causa.



Santiago Roncaglilo firmando autógrafos en la PUCP
La lectura fluye sin problemas no sólo gracias a una prosa directa y a la precisión de los detalles, que van armando el rompecabezas de un fanático comunista, sino también porque las ideas están expuestas de manera clara. Cada capítulo se centra en los momentos más importantes y decisivos en la vida de Guzmán, respetando su cronología, y sin perder de vista la intención principal: la reconstrucción de un hombre maniatado por el odio y la intransigencia, un intolerante y un radical que tras cada derrota o error de su grupo terrorista se vuelve más radical, recrudece. Y mientras se relata el crecimiento del terrorismo, somos testigos de la gran confusión que cunde en el gobierno peruano. “Así, el presidente Belaúnde sospechaba que los senderistas habían sido entrenados en Cuba. El diputado conservador Celso Sotomarino declaraba que ‘el terrorismo tiene su origen en un portaviones anclado en el Caribe’. El senador de izquierda Javier Díez Canseco opinaba que ‘la última oleada de acciones tiene un nítido sello de derecha’. El ministro del Interior admitía estar mal informado, y su entorno culpaba de ello a las rencillas internas entre las instituciones policiales”. Caos total, casi el guión para una viñeta política. La ignorancia de las autoridades facilitó el avance de Sendero Luminoso. Parece que Guzmán tiene todo a su favor para que su plan triunfe, pero su radicalismo ilegitima a Sendero Luminoso frente a los campesinos, su base de apoyo en el campo, quienes a su vez sufren los abusos de la policía y los militares, convirtiéndose en el grupo social más desprotegido de aquellos años.
Guzmán nunca recapacita sobre sus errores, porque “para Guzmán, el marxismo es “ciencia y, a su vez, una ideología”, es decir, una verdad trascendental. Este tipo de marxista realiza el mismo proceso racional que un teólogo. Dispone de argumentos racionales, pero en lo fundamental, lo suyo es un acto de fe”.
Este es el relato de cómo el radicalismo de Guzmán se convierte en una bola de nieve que arrastra todo a su paso. Los senderistas empiezan matando sólo a ciertos personajes y luego pasan a las matanzas indiscriminadas, estrategia que copian los militares, como si fuera una competencia por el título al más salvaje. Hacia el final del libro, Roncagliolo logra asomarse por un instante al lado humano, si cabe la frase, de las mujeres terroristas, Elena Iparraguirre entre ellas. Iparraguirre fue la segunda mujer de Abimael Guzmán tras la muerte de Augusta La Torre, una muerte ya no tan misteriosa, que sirve para adentrarse en las extrañas relaciones afectivas (si cabe la frase, otra vez) del líder senderista. Esta última parte deja la sensación de una tarea cumplida.
Pero recuerden los lectores lo siguiente, siempre: “En el Perú, los gobernantes nunca han entendido el poder de la educación. Como es abstracta, invisible, siempre la han despreciado. Pero algún día, alguien tendrá que explicar por qué el grupo más sanguinario de nuestra historia estuvo dirigido por maestros”. ~


Sergio Galarza

La INVENCIÓN NOVELESCA nuevo libro de Miguel Gutiérrez


La obra nos ofrece un conjunto de aportes para el quehacer literario. “El creador de ficciones fantásticas –escribe el autor– tiene la ventaja sobre el creador de ficciones realistas en que todo lo puede sacar de su imaginación y su mente sin apenas tener que informarse sobre la realidad empírica. No le fue necesario a Edgar Allan Poe explorar los círculos polares para mostrarnos ese mundo blanco, puro y mortal en que tiene lugar la novela Las aventuras de Gordon Pyme, ni Kafka tuvo que viajar a las profundidades de África para escribir Informe para una academia. En cambio el creador de ficciones realistas, de acuerdo a los requerimientos de la historia y del mundo que pretende representar, tiene que investigar, acopiar información (…).

Miguel Gutiérrez estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado siete novelas que, como ha destacado la crítica, se caracterizan por su diversidad temática, estructural y estilística. Así, Hombres de caminos (198 es una especie de western social; La violencia del tiempo (1991), una novela vasta que contiene diversas historias; La destrucción del reino (1992), el hundimiento del mundo terrateniente; Babel, el paraíso (1993), una parábola burlesca sobre el poder y la convivencia humana; Poderes secretos (1995), un divertimento sobre la relación entre historia y novela; El mundo sin Xóchitl (2001) la historia de un incesto y del hundimiento de un orden social y familiar, tema ya anunciado en su novela juvenil El viejo saurio se retira (1969), y Cinco historias de mujeres y otra sobre Tamara Fiol (2006, Relatos).
Además es autor de varios libros de ensayo: La Generación del 5O: un mundo dividido (1988); Celebración de la novela (1996), así como de cinco volúmenes sobre “sus clásicos” del siglo XX: Borges, Kafka, Faulkner, Ribeyro y la narrativa andina actual (1999). A esto se suma La novela en dos textos (2002), Vallejo Narrador (2004), Estructura e ideología en Todas las sangres (2006) y El pacto con el diablo.

Publicado el 10 Diciembre 2008 por LimaNorte.com

martes, 6 de enero de 2009

ALONSO CUETO PUBLICA SUEÑOS REALES


Alonso Cueto obtuvo el Premio Viracocha por El tigre blanco (1985) y el Premio Herralde por La hora azul. Hace poco un cuento suyo ha aparecido en el conjunto de relatos Hombre lobo, publicado en España bajo el sello 451 editores.
Alonso Cueto es, además de un novelista reconocido, un lector apasionado. Una prueba de ello es Sueños reales (Seix Barral, 2008), un libro en el que reúne una serie de ensayos sobre aquellos autores que han dejado huella.Correo: ¿Cómo se va gestando el libro?Alonso Cueto: Es un libro que se ha ido escribiendo a lo largo de varios años, sobre autores que me han apasionado a lo largo de mi vida y que son autores a los que siempre de alguna manera les he sido fiel. Escribir estos ensayos ha sido en el fondo dar cuenta de una de las pasiones de mi vida. Creo que la única razón por las que uno escribe es para compartir pasiones con otros. C: ¿Por qué Sueños reales?AC: Uno no puede vivir sin historias, uno no puede entender la vida sin historias. Las historias son esenciales y son un instinto natural en todos nosotros. Y una de las pruebas de esto que digo es que todas las noches soñamos dos o tres historias, que nos contamos a nosotros mismos. Es decir, los sueños son en el fondo historias que nos contamos. Es curioso que al igual que los sueños cuando se lee un gran libro uno siente que lo que se está leyendo es real. Así como cuando tú sueñas y piensas que lo que estás soñando es verdadero. De algún modo la literatura es eso, un gran sueño compartido.C: ¿De alguna manera en la elección de los autores comentados puede vislumbrarse tu particular visión de la literatura?AC: Sí, yo creo que una gran obra literaria es aquella cuyos personajes son seres complejos, contradictorios, que no pueden ser definidos fácilmente, que no pueden ser agotados. Son personajes que tienen una serie de conflictos y dilemas interiores. Nunca me han interesado los personajes unidimensionales, los fanáticos que tienen una sola línea. Y la otra característica que me parece que por lo general tiene una gran obra literaria es la calidad de la historia, la capacidad de ésta de enrumbarte en un camino donde haya juegos con la intriga, expectativa por el desenlace. En ese sentido tengo una visión más bien tradicional y clásica de la literatura. C: Uno de los que aparecen en el libro es Henry James, uno de tus autores predilectos. ¿Cómo surge tu admiración por él?AC: Nace porque cuando yo tenía 22 años llegué a España y un amigo que conocí me prestó Los papeles de Aspern, que me acuerdo estaba en una edición pequeña de Tusquets. Y recuerdo que lo leí en una sola noche. Y me sentí tan seducido por ese mundo, porque creo que un autor hace un pacto con algunos lectores en especial. Creo que el gran tema de James es el de la soledad. Y de alguna manera, como yo recién había llegado a España y me sentía tan aislado y solitario, la lectura de James me sirvió para compartir esa visión de los solitarios, de los aislados. Se creó un pacto muy especial. C: Otro autor del que escribes es el japonés Murakami...AC: Me interesa Murakami porque es un escritor que tiene pasión por contar historias, pero son historias que de alguna manera se frustran, se truncan, se resuelven en sí mismas, no concluyen y quedan como en una especie de nebulosa de la acción. Es un autor de atmósferas. Especialmente me gusta un libro: Al sur de la frontera, al oeste del sol.C: Siempre has evidenciado ser un lector apasionado, atento a lo que se está produciendo .AC: Yo creo que hay grandes autores que están en actividad. Y uno de ellos es Phillip Roth. Creo que el autor norteamericano que sigue escribiendo libros cada vez más notables es Philip Roth. Otro de ellos es Cormac McCarthy, quien también es un autor prodigioso. Y en Europa también, por ejemplo, el holandés Cees Nootebbom. Y claro, también hay libros que se descubren como Vida y destino de Vasili Grossman. Y es un éxito comercial, siendo un libro denso y largo.

Le devuelven nacionalidad a poeta turco Nazim Hikmet



El Ejecutivo turco abrió a la firma de los ministros un decreto gubernamental para abolir la decisión que, en 1951, anuló la nacionalidad turca al poeta Nazim Hikmet, un acto que prácticamente equivale a la devolución de la nacionalidad al literato después de muerto.Nacido en 1901 y fallecido en 1963 en Moscú, Hikmet es considerado el poeta turco más famoso y uno de los más destacados del siglo XX. Calificado por algunos como comunista romántico o revolucionario romántico, su detención en la década de 1940 dio lugar a una campaña mundial para su liberación, en la que participaron artistas e intelectuales como Pablo Picasso y Jean Paul Sartre.

JORGE ESLAVA PRESENTA LAS OBRAS COMPLETAS DE WASHINGTON DELGADO



No sólo era un poeta notable. Washington Delgado, a pesar de su escepticismo constante, era un apasionado de la literatura y de la vida. Jorge Eslava y el Fondo Editorial de la Universidad de Lima acaban de sacar a la luz sus obras completas en cuatro tomos.Correo: ¿Cómo conoces a Washington?Jorge Eslava: A mediados del setenta hubo un receso en la Escuela de Sociales de San Marcos, en la que yo estudiaba. Y nos dejó a todos los estudiantes de brazos cruzados. Y en esas circunstancias, yo, que ignoraba que existiera una Facultad de Literatura, lo que para mí fue todo un descubrimiento, me matriculé como alumno libre en tres cursos. Uno de ellos era Literatura española del Siglo de Oro que tenía a su cargo Washington Delgado. Y fue un deslumbramiento encontrar al profesor que siempre me hubiera gustado tener. Un profesor antisolemne, que daba unas clases con fruición, con deleite, que contagiaba a sus alumnos el amor por la literatura, por la vida. Porque nunca daba una clase estrictamente académica. Todo estaba salpicado de anécdotas, de gracias, de buenas lecturas, de una pronunciación perfecta.C: ¿Y cómo llegas a su poesía?JE: Conocí primero sus poemas amorosos. Estábamos a mediados de los setenta y Washington se había retirado oficialmente de la poesía. Yo me compré en el INC el libro Un mundo dividido, que reunía toda su poesía hasta ese momento. Y leí los primeros poemas, que no estaban muy vinculados al modo como yo entendía la poesía entonces: sin contaminarlo con la realidad, sin fervor social, una poesía más prístina. Y por otro lado tenía muchas lecturas de los poetas españoles de la generación del 98 y, especialmente, del 27. Y los primeros libros de Washington, en especial Formas de la ausencia, son rendidos y declarados tributos a los poetas españoles de fines del siglo XIX y sobre todo muy en especial a Pedro Salinas. C: ¿Qué te deslumbra de la poesía de Washington?JE: Yo no había tenido un encuentro antes con una poesía que hablara del amor pero que además reflexionara sobre ello. Normalmente los poemas de amor eran muy contenidos, parecían un mapa sentimental, pero no reflexionaban sobre los quebrantos del amor, o sobre la posibilidad inalcanzable de la amada. Eso es una característica de Washington. Desde la lectura de esos primeros libros, Washington me ofrece a mí esa doble vertiente que creo que lo ha acompañado en toda su poesía. Por un lado lo emocional y por el otro, la inteligencia, la sabiduría. La necesidad de meditar sobre la condición humana. Primero será el amor y luego la preocupación social, la solidaridad humana…C: Su sensación de destierro…JE: Su sensación de destierro, su idea de acabamiento de las cosas, de que todo se deteriora, se vuelve impuro. Yo creo que toda su poesía es una reflexión sobre el desmoronamiento de los fervores, de los entusiasmos, del amor, del socialismo, de las utopías, que en la conciencia de un hombre escéptico se van apagando. LibrosEl corazón es fuego (Obra poética)Monólogo del habitante (Cuentos y artículos culturales)Oficio y conducta (Tratados de literatura española y peruana)Para vivir mañana (Ensayos y conferencias de literatura)
Carlos M. Sotomayor

Günter Grass y el año de la reunificación


El Premio Nobel de Literatura Günter Grass sacará a las librerías, a finales de este mes según los planes de la editorial Steidl, su diario del año de la reunificación alemana, frente a la que tuvo y sigue teniendo una actitud crítica.Unterwegs von Deutschland nach Deutschland (De camino de Alemania a Alemania) es el título del libro que recoge las anotaciones de Grass de 1990, año que tuvo su punto culminante el 3 de octubre cuando se selló la reunificación de Alemania. Grass estuvo recorriendo constantemente las dos partes del país y en varias ocasiones manifestó su convicción de que una reunificación rápida traería decepciones y desconfianza a largo plazo.

Castro y Francia



La semana pasada, la llamada Revolución Cubana ha cumplido nada menos que 50 años. ¡Vaya dictadura tan larga la de estos hermanitos Castro, que capturaron bastante jóvenes el poder y aún siguen abusando de éste, sin darle cuentas a nadie! ¡Pobres cubanos! Que recuerde, las dictaduras latinoamericanas más largas fueron las paraguayas de Francia (1814-40) y Stroessner (1954-89), la venezolana de Juan Vicente Gómez (1908-35), la nicaragüense de los tres Somoza (1937-79, con breves paréntesis) y la haitiana de los dos Duvalier (1957-86: Baby Doc sucedió a su padre Papa Doc con tan sólo 19 años en 1971).
Aquí la más larga fue la de los 11 años de Augusto B. Leguía (el llamado Oncenio, 1919-30), eso sin sumarle los cuatro años de su más democrática administración anterior (1908-12). De hecho, el tirano latinoamericano al que más se parece Fidel Castro es el paraguayo Gaspar Francia. Como Castro, Francia era hijo de un español de buena situación económica, aunque no sufrió la bastardía que experimentó Castro hasta su adolescencia. Como el caribeño, se imbuyó de las ideas revolucionarias de su época y se dedicó a abogado de pobres, para luego luchar contra la dominación española, tal como Castro lo hizo contra la yanqui. Acaece la independencia guaraní de 1811 y se hace elegir Cónsul -forma curiosa de Poder Ejecutivo- junto a Yegros, al cual después aparta en 1814 para convertirse en el tirano supremo, personaje que inmortalizaría el novelista Augusto Roa Bastos. Comienza aquí un gobierno tremendamente represivo, no muy lejos del totalitarismo de los hermanos Castro. Hace una virtual isla del Paraguay, aislándolo del mundo tal como la Cuba castrista. Se instaura una autarquía absoluta, sin nada de comercio exterior, llegando Paraguay no sólo a producir casi todo lo que necesitaba, sino que el Estado interviene en toda la vida económica para favorecer a las clases más necesitadas y Paraguay llega de lejos a ser el país sudamericano más industrializado. Como Castro, Francia controlaba cada detalle de la vida de sus ciudadanos con la policía secreta y manejaba al país como su hacienda. Si bien era muy cruel, no era nada corrupto y sí muy austero, siempre preocupado por la gente pobre. Sólo se podía salir del país con permiso estatal y se controlaba la religión. No existía ni la mendicidad ni la delincuencia.
Nadie discute que la educación y la salud paraguayas de entonces eran las mejores de Latinoamérica, como ahora en Cuba. Francia muere en 1840 y toda su obra se pierde por culpa del idiota del general Francisco Solano López, un insensato gobernante que le buscó la guerra a Brasil, Argentina y Uruguay a la vez en 1864, conflicto que arrasó no sólo con su país, sino que también aniquiló al 90% de los hombres. Del millón y medio de habitantes, sólo quedaron 200 mil, con 28 mil hombres adultos. Desde entonces, Paraguay nunca pudo recuperar su pasado esplendor.
En suma, tenemos a dos tiranos que dominaron a sus pequeñas naciones en el más mínimo detalle, convirtiéndolas en cárceles llenas de prisioneros letrados, sanos y alimentados (aunque hay mucho de propaganda. He estado en Cuba y aquello es un desastre). Sólo tipos tan raros como Javier 0.5% Canseco y César Lévano pueden elogiar ahora ese modelo personalista, militarista y penitenciario de sociedad, muy cercano al fascismo. Castro pasará a la historia como un tiranuelo latinoamericano más, sólo que particularmente obsesionado por lo social. Y con mucho, mucho de demente. Otro Gaspar Francia.
Aldo Mariátegui 6 de Enero de 2009
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