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martes, 20 de noviembre de 2012

Vargas Llosa: Estado de salud de Fujimori no amerita indulto


Vargas Llosa: Estado de salud de Fujimori no amerita indulto
Fuente: EFE
El laureado escritor peruano dijo esperar que el Gobierno no ´ensucie´ su gestión indultando al exmandatario.
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El premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, dijo estar totalmente en contra de un eventual indulto al expresidente Alberto Fujimori, al sostener que esta gracia solo se concede a delincuentes en estado agónico.
“Él está tan sano como usted o como yo. No hay peruano que esté tan cuidado y vigilado por médicos como el expresidente Fujimori. Su estado de salud de ninguna manera amerita el indulto”, opinó el laureado escritor peruano.

Vargas Llosa advirtió que el Gobierno “ensuciaría” su gestión si indulta al exmandatario que -dijo- fue condenado en un juicio absolutamente legal.
"Espero que el gobierno peruano no ensucie su gestión sacando a la calle a una persona que en un juicio, absolutamente respetuoso de la legalidad e impecable, ha sido condenado por crímenes contra los derechos humanos y por robos cuantiosos", sostuvo.

El autor de “La casa verde” y "La guerra del fin del mundo" asistió este lunes a la inauguración de la XLVI Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), realizada en Lima.

Oswaldo Reynoso: Sendero Luminoso no fue negativo


Oswaldo Reynoso: Sendero Luminoso no fue negativo
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Según Oswaldo Reynoso, los senderistas no son terroristas y sus acciones no fueron negativas para el país. A Reynoso no le basta con decir que Abimael Guzmán es un "intelectual", sino que lo declara "un humanista". ¿Por qué? Porque leía libros y "le agradaba la música, la pintura".

O sea que ya saben: un humanista es alguien a quien le gustan los cuadros, los libros y la música, no importa que su gusto por los libros se traduzca en la escritura de consignas destructivas; su gusto por los cuadros, en miles de afiches destinados a promover el culto a su personalidad; su gusto por la música, en himnos sobre la aniquilación. Y no importa que fanáticamente ordene el asesinato de decenas de miles de seres humanos.

Después, si uno dice que la posición de Reynoso ante Sendero Luminoso es por lo menos lamentable, a uno lo acusan de ser un cazador de brujas, un macartista, etc. Lo cierto es que las declaraciones de Reynoso no sólo lo muestran como un justificador del terrorismo senderista (y del MRTA), sino como un verdadero banalizador de la historia del horror en el Perú.

La entrevista en que afirma esas cosas, dicho sea de paso, sale publicada hoy en Perú 21, y tal parece que esas tres afirmaciones (que Sendero Luminoso y el MRTA no eran grupos terroristas; que sus acciones no fueron negativas para el país; que Abimael Guzmán era un humanista) no sólo no sorprenden a los editores del diario, sino que ni siquiera las juzgan lo suficientemente importantes como para destacarlas: el titular es un anodino "En el Perú hay muchos prosistas prosaicos".

Si creen que exagero, lean este fragmento de la entrevista:

En Ayacucho usted trabajó y conoció a Abimael Guzmán.

Yo lo conocí en Arequipa. Cuando llegué a la universidad de Huamanga lo encontré allí, pero la amistad con él viene de Arequipa. 

Decía sobre él que tenía "una gran preparación, que era muy inteligente y conocía mucho de literatura".

Por supuesto. Era muy inteligente, con gran conocimiento de literatura, le agradaba la música, la pintura. Era verdaderamente un humanista.

¿Por qué cree que este respetable profesor universitario empezó con la denominada lucha armada?

Mire, usted, en el año 70 en la universidad peruana se dio un debate ideológico como nunca antes se había dado. Tanto la derecha como la izquierda discutían la caracterización de la sociedad peruana y si había necesidad de cambiar o no al país. Y se hablaba de condiciones objetivas y subjetivas. Hay dos partidos políticos que dieron el paso al frente: Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). A eso se debe, y los demás pasaron a hacer una política para llegar al Parlamento o tomar sindicatos.

Y ya con el paso de los años, ¿no cree que este paso ha sido negativo para el país?

No me parece, porque el Perú no ha resuelto sus problemas. Los problemas del Perú se han agudizado y Sendero y el MRTA son una etapa en el proceso histórico del país.

¿Usted los considera grupos terroristas?

No, porque en ese caso tendríamos que decir que (Barack) Obama es un terrorista, que ordena bombardeos en ciudades. ¿Eso no es terrorismo? Esos son términos que habría que revisar. Siempre el que vence es el santo y el que pierde el criminal.

domingo, 7 de octubre de 2012

Muere el poeta peruano Antonio Cisneros


o   
   Fue considerado una de las voces más importantes de América Latina
Falleció a los 69 años de edad a consecuencia de un cáncer pulmonar
A los 69 años, el poeta peruano Antonio Cisneros, considerado una de las voces más importantes de América Latina, murió hoy en Lima a consecuencia de un cáncer pulmonar.

Los restos el vate serán velados esta tarde en la parroquia Virgen de Fátima, en el distrito limeño de Miraflores, informaron medios locales.

Autor de poemario "Canto ceremonial contra un oso hormiguero", con el que obtuvo en 1968 el premio Casa de las Américas, Cisneros ha sido reconocido como "un poeta de notable influencia sobre las generaciones jóvenes del continente".

Pertenece a la llamada "Generación del 60" de la literatura peruana, publicó, entre otros títulos, "Destierro" (1961); "Canto ceremonial contra un oso hormiguero" (1968); "Crónicas del Niño Jesús de Chilca" (1981); "Drácula de Bram Stoker y otros poemas" (1991); "Como un carbón prendido entre la niebla" (2007) y "El caballo sin libertador" (2009).

Además de escritor, Antonio Cisneros se desempeñó como catedrático universitario y en los últimos cinco años dirigió el Centro Cultural Inca Garcilaso de la cancillería peruana.

Tras la noticia de su fallecimiento, el canciller Rafael Roncagliolo recordó que la labor de Cisneros al frente del citado centro fue "fructífera y enorme", de tal manera que ahora deja un vacío en lo humano, en lo personal y en lo 
profesional ya que "será muy difícil reemplazarlo".


FUENTE: 

martes, 7 de agosto de 2012

La niña de nuestros ojos de Miguel Arribasplata


Entrevista a Miguel Arribasplata
La lucha armada en el Perú a través de La niña de nuestros ojos

Miguel Arribasplata nació en el distrito de San Pablo, Cajamarca en 1951, cuenta con un Magíster en Ciencias de la Educación, con mención en Lengua y Literatura, por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, de La Cantuta. Lima, Perú. Ha obtenido el Primer Premio en el concurso de cuento breve convocado por el diario La Crónica (1985) y el Primer premio en el concurso de cuento Francisco Izquierdo Ríos convocado por la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. ANEA (1987). Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: Lucía y otros cuentos (2000), Bajada de reyes (2001) y Julián Huanay y la literatura proletaria en el Perú (2007).
Palabras clave: Arribasplata, Perú

La guerra interna que se vivió en el Perú, desde 1980 al año 2000, no solamente conmocionó a toda la sociedad peruana, sino que también impactó en el quehacer de los científicos sociales y en los creadores artísticos y literarios.
Fueron 20 años violentos y traumáticos que se sintió en gran parte del país, y que se inició en mayo de 1980, cuando el Partido Comunista Peruano por el Sendero Luminoso de José Carlos Mariátegui (PCP-SL), acordó iniciar la lucha armada en las serranías de Ayacucho, se propuso cercar la ciudad capital, asaltar y tomar el poder, y luego construir una “República de Nueva Democracia”. En 1984, la situación se intensifica cuando el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) inicia su propia acción subversiva contra el Estado desde las provincias amazónicas.
Según el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2003), este enfrentamiento entre los grupos alzados en armas y las fuerzas contrasubversivas del Estado, produjo un saldo de más de 70 mil víctimas de la violencia, la mayoría eran pobladores campesinos andinos, analfabetos y quechua hablantes que vivían en una notoria situación de pobreza y exclusión social, y que sobrevivieron “atrapados entre dos fuegos”.
Algunos de los actuales narradores han incorporado la temática de la violencia política, específicamente el conflicto armado, en el discurso de sus creaciones, dando fe de su condición de testigos de su tiempo histórico y de su clase social. La narrativa que nos ofrece una perspectiva burguesa de la guerra son las novelas de Mario Vargas Llosa (n. 1936): La historia de Mayta(1984) y Lituma en los Andes (1993); algunos cuentos de Alonso Cueto (n. 1954) incluidos en Pálido cielo (1998) y su novela La hora azul (2005). En la narrativa de orientación popular destacan las novelas de Félix Huamán Cabrera (n.1943) Noche de relámpagos (2001) y Qantu flor y tormenta (2006). En algunos cuentos de Dante Castro (n. 1959) que se incluyen en Otorongo y otros cuentos (1986), Parte de combate (1991), Tierra de pishtacos (1992) y Cuando hablan los muertos (1998). Finalmente, la novela Rosa Cuchillo (1997) de Oscar Colchado (n. 1947). Aún la investigación literaria nos debe una evaluación crítica sobre esta producción narrativa que se gestó en esta etapa crucial de nuestra historia.
Una de las pocas novelas que narra la guerra interna de manera directa, descarnada y que se ha convertido rápidamente en motivo de conversación y reflexión en los ámbitos literarios y académicos, es La niña de nuestros ojos de Miguel Arribasplata Cabanillas (n. 1951), editada a inicios del 2010, por el Grupo Editorial Arteidea, y que consta de 207 páginas.
El título de la novela alude a la denominación que los líderes del PCP-SL, tomado de una cita de Lenin, le atribuían al partido como “la niña de nuestros ojos”, por el celo y lealtad que deberían tener los militantes.
La novela tiene como portada un bello óleo de Josué Sánchez (n. 1945), cuya producción expresa una temática que resemantiza los signos del indigenismo andino. Sus pinturas pertenecen al denominado arte popular de estilo naif, se caracterizan porque no trabaja la tridimensionalidad del claro obscuro, del efecto visual que crea el volumen. Sus personajes y situaciones son figuras planas aunque con mucho colorido, que están ubicados principalmente en escenarios rurales, transmitiéndonos la mitología, cosmovisión, tradición y costumbres propios del hombre andino.
Miguel Arribasplata nació en el distrito de San Pablo, Cajamarca (sierra norte del Perú), es
Magíster en Ciencias de la Educación, con mención en Lengua y Literatura, por la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. La Cantuta. Lima, Perú. Se desempeña como docente universitario. Su producción literaria está conformada por las siguientes novelas: Tierra sin cosecha (1978), Los tres estamentos (1986), Obdulia de los alisos (1989), Bajada de reyes(2001). Sus libros de cuentos: Tandal (1982), Sacramento Chanducas (1987), Lucía y otros cuentos (2000). Y su ensayoJulián Huanay y la literatura proletaria en el Perú (2007). Ha obtenido el Primer Premio en el concurso de cuento breve convocado por el diario La Crónica (1985) y el Primer premio en el concurso de cuento Francisco Izquierdo Ríos convocado por la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. ANEA (1987).
PACARINA DEL SUR llegó hasta el autor y sostuvo una grata conversación.

PACARINA DEL SUR (PS): El tema de la violencia como leit motiv en tu narrativa no es nuevo, de alguna manera está presente en tus anteriores libros de ficción.
MIGUEL ARRIBASPLATA (MA): Tengo publicado cinco novelas: Agosto todo el año, Tierra sin cosecha, Los tres estamentos, Obdulia de los Alisos, Bajada de reyes y un libro de relatos Tandal. Las novelas Agosto todo el año, Los tres estamentos yBajada de reyestienen como temática la vida universitaria, con sus relaciones con la política y la lucha ideológica de los jóvenes estudiantes de las décadas del 70 y del 90 del siglo pasado; Obdulia de los Alisos es el monólogo de una mujer pobre del pueblo de San Pablo, Cajamarca, a través del cual se enfoca la vida y los avatares de los habitantes; todo ello haciendo uso de consejas, dichos y refranes populares y de un tema satírico o pleno de humor.

PS: ¿Hasta qué punto nuestros grandes íconos literarios te han impactado como lector y narrador?
MA: En realidad, no tengo ningún  autor preferido. Cuando leí a Ciro Alegría vi que ese era el mundo de donde yo provenía y El mundo es ancho y ajeno fue una especie de aviso o premonición de la novela épica que debía hacer.
La dedicatoria de Agua, de José María Arguedas: A los comuneros de la hacienda Viseca… me conmovió bastante, porque me volvió a  mis años de infancia, a la época de arricría, de la compra de ganado al lado de mi padre, por las campañas feraces de San Pablo, donde palpé de cerca la vida en las haciendas y el trabajo azaroso de los hombres y mujeres. Más me interesaba la vida de las señoras y señoritas ordeñadoras y cocineras, con quienes conversaba al lado del fogón mientras se secaba la ropa húmeda por las intensas lluvias del camino. Será por eso que en mi obra siempre las mujeres son protagonistas.
Fue Mario Vargas Llosa y su obra lo que más me interesó leer. Desde que leí por primera vez La ciudad y los perrosno dejé de seguir la narrativa vargasllosiana. Con verdadero arrebato traté de “descubrir” la técnica y el estilo de este autor, al punto de que a veces no dormía bien pensando en sus libros. Toda mi narrativa, me  parece, es la búsqueda de un estilo, de un lenguaje dentro del lenguaje, que permita que mi escritura no sea lenta. Me desespera la morosidad, la lentitud narrativa – que el lector arroje mi libro al trasto de desechos, por lentos. Y Vargas Llosa me ha formado, por decirlo así.
También de Hemingway aprendí el manejo eficaz de los diálogos y la persistencia para escribir. Juan Rulfo me “asustó”, me instaló en mi mundo rural con todas sus vivencias. Obdulia de los Alisos fue escrita bajo el influjo rulfiano, pero socarronamente, lejos de la moda neoindigenista. Gran Sertón: Veredas, de Guimarães Rosa fue el libro que también me marcó, porque me instaló otra vez en los grandes viajes a caballo y con gran conversa, La niña de nuestros ojos tiene una deuda con el maestro brasileño.
Pero los maestros que me impactaron o ayudaron a definir la existencia literaria fueron mi padre, don Jacinto Arribasplata Díaz, señor de caminos, de infinitas conversas, de lucha social. Y Don Víctor Mazzi Trujillo, poeta autodidacta, quien templó mi vocación con mucha disciplina y lecturas.

PS: ¿Cuál fue la motivación o interés personal que te llevó a redactar La niña de nuestros ojos?
MA: La motivación personal, que me llevó a escribir La niña de nuestros ojosfue ideológica, ya en mi novela Los tres estamentos enfoqué la vida política de los jóvenes estudiantes universitarios de izquierda, y me quedó el sinsabor de no poder escribir una obra de más alcance; me pareció muy encerrada esta novela. Así que cuando estalló el conflicto armado, un escritor mayor me dijo: “Se debería escribir acerca de este acontecimiento, no importa que se lo haga con ciertas carencias o impericias técnicas”. Desde 1990, me fui preparando, acopiando mentalmente información, leyendo lo que se decía y lo que no se decía acerca de la guerra.
La literatura de la Gran Guerra Patria, de Rusia, me nutrió en poco. Máximo Gorki, con los diálogos de La madre, Hemingway, en Por quién doblan las Campanas. Pero, ante todo, César Vallejo con su España aparta de mí este cáliz y su obra toda, me dieron mayores luces. La caída de Abimael Guzmán [líder del PCP - SL] fue una vuelta de tuerca para lo que iba a escribir: ahí, de modo tan patético y simple, aparecía el líder, con un dedo en la sien, sentado y rodeado de presurosas y anonadadas mujeres. A partir de ese momento me preparé mejor para escribir la novela. Aparecieron cuentos, poesía y narrativas largas: unas tremendistas, puro concierto de balas azucaradas de violencia por la violencia; otras, envueltas en mitologías inventadas o traspasadas al mundo andino; algunas, con amores frustrantes o con piedad de por medio. Y  Abril rojo (de Santiago Roncagliolo), con toda su truculencia mediática.
Nueve años pasados en la ciudad de Abancay, recorriendo sus pueblos, mi visita al archivo documental de la Comisión de la Verdad y Reconciliación y otras lecturas, me motivaron para redactar la novela, gracias a mi estadía en Lima y, en especial, en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, de donde egresé y a la que volví cargado de mundo. El reto más difícil que tuve que asumir fue convertir el discurso político en literatura, con el peligro de caer en lo panfletario; además  no hay tanta novela política como tradición literaria en el Perú, así como el desarrollo del humor. Pocas novelas peruanas  tienen sentido  del humor. Julio Ramón Ribeyro fue mi maestro del humor y del sarcasmo.

PS: En La niña de nuestros ojos no existen protagonistas principales, existe una suerte de protagonismo colectivo: los destacamentos de guerrilleros, las fuerzas contrasubversivas y los ronderos.
MA: No quería desarrollar una historia única, porque la contienda no tuvo un héroe distintivo que vaya hacia la culminación épica con la toma del poder, como sucedió en Rusia, China o Cuba. Además, desde Obdulia de los Alisos y Bajada de reyes, ese es, por decirlo así, mi estilo narrativo.

PS: Un aspecto que es interesante en la novela es la incorporación, en el relato, de  poemas, canciones, ...
MA: Los poemas los incorporé de modo soterrado, aprendiendo de lo que hace Gabriel García Márquez. Las canciones populares las puse no considerando tópicos almibarados o composiciones de autores oficiales o consagrados, sino midiendo los gustos y preferencias del público mayor: el pueblo. Algunos narradores se avergüenzan de poner canciones populares muy festivas o que recojan la idiosincrasia del pueblo.

PS: Otro aspecto a destacar es el uso de la llamada técnica cinematográfica en la narración, es decir La niña de nuestros ojos no es una historia lineal, el discurso narrativo está fragmentado en hechos pasados o simultáneos.
MA: El discurso narrativo está fragmentado porque así me siento cómodo para narrar más hechos o sucesos, para no demorar con las descripciones. Además, porque me procura un gran placer a la hora de narrar más hechos o sucesos, para no demorar con las descripciones. Gozo mucho cuando escribo con la técnica del rompimiento del tiempo y del espacio; es el único momento en que descanso narrando. A las descripciones un tanto largas sólo acudo cuando quiero seguir a Ciro Alegría en SuSerpiente de oro, o a José María Arguedas, en Yawar Fiesta Los ríos profundos.

PS: En la historia aludes a hechos que sucedieron en la realidad y que han marcado en la memoria de la sociedad: la matanza de Barrios Altos, el asesinato a María Elena Moyano, etc.
MA: Pueda ser que sí, pero esos hechos acaecieron no solamente en Lima sino en todos los lugares del conflicto.

PS: ¿Admites que el narrador omnisciente toma partido o se identifica con uno de los protagonistas colectivos antagónicos de la novela?
MA: Si bien es cierto que hay un narrador omnisciente, este se vuelve o trata de ser impersonal. Lo tomé de Gustavo Flaubert. No me compadezco de nadie, ni trato de ser parcial: los acontecimientos y las situaciones se dan, claro está que hay una visión personal o conceptual que subyace en la novela; pero, retomando un título de Carlos Eduardo Zavaleta: Pálido, pero sereno, sigo narrando y describiendo.

PS: La niña de nuestros ojos no posee una estructura novelesca similar a la novela clásica burguesa (inicio, desarrollo, nudo, clímax y desenlace), la historia está conformada por una sucesión de acontecimientos que viven los destacamentos guerrilleros y las fuerzas contrasubversivas, como si fuera una crónica periodística.
MA: Crónica periodística, lente sociológico, poesía, fiesta de la palabra, discurso político, costumbres, neoindigenismo, westernsocial, polifonía de voces etc. Pero, ante todo, novela, es lo que busqué hacer. ¿Cuánto lo logré?… queda a criterio del lector.

PS: ¿Hasta qué punto tu producción novelesca tiene una deuda literaria con Alegría, Arguedas, Scorza y Gutiérrez?
MA: Mi deuda es con mi padre y con Víctor Mazzi, Alegría, Arguedas, Rulfo, Guimaraes Rosa,  Faulkner y Mario Vargas Llosa.

PS: ¿Qué opinión te merece la literatura peruana actual?
MA: La posmodernidad hace publicar cualquier narrativa que tiene desencuentros con el Perú y sus baguazos [violenta represión del gobierno de Alan García contra las poblaciones amazónicas que defendían sus territorios de la voracidad depredadora de las empresas transnacionales mineras, petroleras, madereras y gasíferas, ocurrida en la ciudad de Bagua en abril del 2009].

PS: ¿Cuáles son tus futuros proyectos literarios?
MA: Descansar de los tres años y medio de escritura “feroz”, que la novela me trajo. Pasear con mi esposa Evelyn y mis hijos Alondra y Miguel por el Perú andino, para escribir relatos o una novela con personajes femeninos como protagonistas. Releer a Proust y a Thomas Mann.

LOS CUENTOS ORALES PALLAQUINOS DE OCTAVIO QUIROZ RIVASPLATA


LOS CUENTOS ORALES DE OCTAVIO QUIROZ RIVASPLATA

                                           

Los "Cuentos orales pallaquinos"  (Imprenta Daniel el profeta SRL, 2010)  de Octavio Quiroz Rivasplata a pesar de la  brevedad de sus 31páginas se muestra como un "ejercicio limpio de buena prosa". Cada cuento cincela la oralidad con humor. Los cinco cuentos se muestran ufanos, con esa frescura natural del habla cajamarquina. Si bien el título colocado al libro le resta interes a la lectura inmediata porque uno cree enfrentarse a un "libro regionalista" pero la sorpresa se da cuando al iniciar la lectura esta fluye, corre, satisface y nos muestra no sólo el divertimento de la anécdota sino nos enfrentamos a la limpieza del discurso  bien escrito. Cuentos pallanquinos lleno de fina ironía, cuentos de oralidad mágica, cuentos que expresan la imaginación y el decir ágil de los hablantes, cuentos de sabiduria personal. Quiroz Rivasplata nos ha regalado desde su oficio de profesor de "estilística" y lenguaje la gramática de la oralidad y la fantasia,  escritura y humor de la oralidad cajamarquina que agradecemos sus nuevos lectores. Felicitaciones y que la pluma siga caminando en la Cantuta. 
FUENTE:http://rauljurado.blogspot.com/2011/02/los-cuentos-orales-de-octavio-quiroz.html

martes, 31 de julio de 2012

PETROPERU, KLOAKA & 2 POLITICOS DE DERECHA EN TV


PETROPERU, KLOAKA & 2 POLITICOS DE DERECHA EN TV

Un fantasma recorre sets televisivos y la literatura peruana en su conjunto: es el fantasma del Movimiento Kloaka (1982-1986). En efecto, a 30 años de la insurrección artístico-ideológica del colectivo de vanguardia más radical que ha existido en nuestras letras, el Movimiento Kloaka –su solo nombre o su espíritu, ya que en los hechos no existe como tal- continúa casuando escorzor, rechazo y escándalo entre la burguesía peruana, sin duda, la más inculta e ignorante de América Latina.

Así se explica que Petroperú, tras comprometerse a realizar un Evento conmemorativo por los 30 años de la fundación del Movimiento, incluyendo lecturas de poesía, muestra pictórica, conciertos de rock, instalación fotográfica, teatro, performance y mesas académicas para los días 7, 8, 9 y 10 de agosto próximo; haya decidido postergar sin fecha de reposición (lo cual equivale en los hechos a su cancelación) este importante Evento de Multi-Arte, debido a los comentarios que Rafael Rey y José barba le dedicaron en su programa de TV.

Los mencionados políticos derechistas abrieron fuego contra el Movimiento Kloaka enrostrándole todos los insultos con que las burguesías ignorantes de la entera historia de Occidente han pretendido descalificar a todas las vanguardias poético-artísticas que en el mundo han sido: Absurdos ataques que no hicieron la menor mella en los grandes artistas de las vanguardias históricas: desde Picasso hasta André Bretón, pasando por Ginsberg o aquí nomas Huidobro, Neruda, Vallejo, Borges.

Rey & Barba concluyeron su programa apuntando a su verdadero objeto: criticar a la actual dirección de Petroperú por haberle dado cabida al Movimiento Kloaka, actitud que ellos atribuyeron a la condición izquierdista de dicha dirección. Y Petroperú, en vez de –como se dice- ‘sacar la cara’ por el Evento y sostener su apoyo a la celebración de lo que fue el Movimiento Kloaka, cuya contribución a la literatura, la cultura y las artes , vista con la perspectiva que dan los 30 años transcurridos, es innegable; así como hacer caso omiso a las presiones politiqueras y coyunturales de aquellos fantoches televisivos; opta por postergar el Evento, en los términos ya mencionados líneas arriba.

Se hace pública esta declaración para que la franja de los artistas –asi como el país en su conjunto- tome conciencia –una vez más- del verdadero rostro y la enemiga actitud del sistema de dominación contra la creación y manifestación artísticas en el Perú. Otra vez y siempre queda más claro que sólo una transformación revolucionaria de la sociedad hará posible el reinado auténtico de la paz y la libertad en los fueros del arte y de la vida; objetivos por los que luchó el Movimiento Kloaka hace 30 años y por los que su espíritu en rebelión marchará siempre –como la Líbido- bella y desconsiderada[Hinostroza dixit ] por todos los caminos de la faz de la Tierra.

MOVIMIENTO KLOAKA: 30 años de poesía y arte en el Perú


MOVIMIENTO KLOAKA: 30 años de poesía y arte en el Perú


KLOAKA CON MÁS FUERZA

Como es de conocimiento público, Petroperú canceló el evento de multi-arte “Kloaka 30” debido a los ataques vertidos contra el Movimiento Kloaka, por Rafael Rey y José Barba (La ignorancia es atrevida) en un programa de TV.

Pero Kloaca sigue, ahora con más fuerza, se celebrará 30 años de la fundación del movimiento Kloaca (1982-2012) Las distintas actividades se llevaran a cabo en la ciudad de Lima.
Gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, se realizarán durante dos días -9 y 10 de agosto próximo- diversas presentaciones de poesía y artes, en el local de la Avenida Javier Prado Este # 2465.
Igualmente se desarrollarán otras actividades similares en el Centro Cultural “La Noche” de Barranco el 25 de Julio, en la sala Luis Miró Quesada de la Municipalidad de Miraflores – 2 de agosto- , en el Auditorio Miraflores -14 de agosto-, en Centro Cultural Ccori Wasi de la Universidad Ricardo Palma – 15 de agosto – y en el Centro Cultural El Averno – 17 de agosto de los corrientes.

Movimiento Kloaka: 30 años de poesía y arte en el Perú.

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El 30 de agosto de 1982, el movimiento kloaka nació con un grito innovador cambiando la óptica poética y revolucionando el ámbito artístico limeño. Reunidos en el restaurant Wony del centro de Lima decidieron iniciar un estado de revuelta poética, abriendo una nueva puerta a la literatura peruana.
A sus 30 años el Movimiento kloaka se presenta nuevamente en Lima. Fue integrado por Domingo de Ramos, Mariela Dreyfus, Roger Santiváñez, Edián Novoa, Mary Soto, Carlos Enrique Polanco, Guillermo Gutierrez y José Alberto Velarde. Después incursionaron Dalmacia Ruiz Rosas y José Antonio Mazzotti.
Se llevarán a cabo diversos eventos entre los cuales están: el recital poético en el Centro Cultural La Noche de Barranco el 25 de Julio, la sala Luis Miro Quesada de la Municipalidad de Miraflores el 2 de agosto, el Auditorio Los Incas Explanada del Museo de la Nación y Ministerio de Cultura el 9 y 10 de agosto, el Teatro Auditorio Miraflores el 14 de agosto, el Centro Cultural Ccori Wasi de la Universidad Ricardo Palma el 15 de agosto y el Centro Cultural El Averno el 17 de agosto.
Después de 30 años escuchar a estos poetas en conjunción con artistas y poetas del medio peruano. Imperdible.

PRESENTACIÓN LIBRO: VÍCTOR MAZZI TRUJILLO O LA POESIA DE CLASE


PRESENTACIÓN LIBRO: VÍCTOR MAZZI TRUJILLO O LA POESIA DE CLASE.


La presencia de Víctor Mazzi Trujillo en la literatura peruana marca la insurgencia de una voz que emerge desde lo popular y sigue un derrotero cultural muy propio y original de la clase obrera, cuyas contribuciones estéticas ya se conocían desde finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. En su Poesía proletaria del Perú planteó una secuencia evolutiva del acto creador de la poesía desde una perspectiva comprometida con los ideales de la clase obrera, arte poética del cual proviene y se dirige a ella misma.

Pablo Guevara en su periodificación de la poesía peruana ubicó a Mazzi dentro de la poesía imaginista-conceptista, bajo la natural influencia de la poesía de César Vallejo. Sin embargo, la evolución de su poesía, décadas más tarde, permite situarlo dentro del realismo proletario. Guevara señalaba que los poetas son una suerte de «sismógrafos» o aparatos que toman «placas radiográficas», ellos reflejan sintomáticamente la salud y la enfermedad de los pueblos, reflejo que a manera de un espejo recoge la realidad en que se desenvuelve el género humano y con él todos sus acontecimientos existenciales: el sufrimiento, la dominación más descarnada, la tortura y el martirio, el asesinato vesánico ordenado por el gobernante de turno, la miseria asfixiante entre otros muchos males y a la inversa, el espejo también nos permite ver una imagen reflejada muy diferente en el que se antepone esperanza, libertad, bienestar, prosperidad y en general la satisfacción de todas sus necesidades dentro de la existencia. El poeta no solo es el intérprete de su época, sino, sobre todo, el transformador de la condición de su entorno.

En esta edición homenaje, gran parte de los poemas que aparecen son inéditos y en ellos se privilegian más la actividad personal del poeta, algo alejada de aquello que se constituyó en su doctrina poética del proletariado, sin que por otro lado exista una contradicción o negación de los postulados que en su oportunidad esgrimieron en las dos declaraciones que el Grupo Intelectual Primero de Mayo (G. I. P. M.) que a lo largo de más de media centuria defendió con convicción y firmeza. Más allá de las palabras hay una actitud que rescatar de quien, sin duda, no existen antecedentes en la historia literaria del país. Mazzi es un claro ejemplo de vocación y reconocimiento de una clase social a la que perteneció y dignificó por derecho propio.

Consideramos conveniente reproducir una excelente nota del inolvidable Alejandro Romualdo –elegido presidente honorario cuando se fundó el G. I. P. M., en 1956– sobre la poesía de Mazzi, aparecida en la revista Cultura Peruana en abril del mismo año. Señala que la poesía de Mazzi «no es una voz de sálvese quien pueda: es más bien un grito de alerta, un aviso público, una advertencia y una orden». A continuación, insertamos los testimonios de dos de los integrantes más jóvenes del grupo, Julio Carmona desde el norte del país y Artidoro Velapatiño desde el sur, ambos nos ofrecen su versión personal e intransferible sobre la poesía, el poeta y sus afanes. Sobre este conjunto de testimonios se suma Segundo Cancino, poeta tacneño que destaca su amistad y compromiso de letras con el poeta.

La selección mínima de la poesía de Mazzi se inicia con un conjunto de nanas, las que marcan un compromiso con el futuro de las nuevas generaciones, sobre todo los iniciales poemas inéditos que se tomaron como proyectos que luego fueron evolucionando hasta culminarse como poemas logrados. Un grupo de poemas está dirigido a un público que disfrutará de la lectura de poesía para niños. Se publican dos poemarios que permanecieron hasta hoy inéditos; estos son: Cartas al viento y A la luz del canto. El primero señala una reinvención del tema poético, la distancia convertida en cercanía, el amor visto con rostro del compromiso militante, la metáfora convertida en discurso de existencia cabal, los conceptos reducidos a actos de interrogación sobre el entorno natural que abriga la existencia misma.

Finalmente, la edición culmina con una breve bibliografía de los libros personales, los cuadernos del G. I. P. M. y de los poemas dispersos aparecidos en diferentes revistas del país y el extranjero.

Esta edición homenaje adelanta la cercanía de celebrarse el sexagésimo aniversario de fundación del G. I. P. M. y celebra al poeta en su pluma y en su condición de creador, maestro y referente indispensable dentro de la creación poética peruana.

                          Ica-Lima, julio del 2012

                         Jesús Cabel / Víctor Mazzi H.

Contracaratula de la edición homenaje.
FUENTE: http://victormazzihuaycucho.blogspot.com/2012/07/presentacion-libro-victor-mazzi.html

sábado, 11 de febrero de 2012

Portada de Una pasión Latina
Una pasión latina (Alfaguara) es el título de la nueva novela del escritor piurano Miguel Gutiérrez(1940), quien bajo la forma de un thriller cuenta la historia de un hombre atormentado por el rencor, que luego de 20 años de matrimonio asesina salvajemente a su esposa estadounidense. Lea aquí la conversación con el también autor de La violencia del tiempo.






El ruido y la furia de los motores invaden la terraza del Hotel Bolívar, donde Miguel Gutiérrez aguarda la segunda entrevista de la tarde. Dicen que le gustan muy poco las entrevistas, pero parece que ya no tanto. Al menos en esta conversación respondió a todas las preguntas con mucha cordialidad. El pretexto: la presentación de su novena novela, Una pasión latina

Hace algunos años al hablar de las pasiones dijo que la fundamental para usted es la escritura. Le pregunto ahora, ¿qué es para usted escribir?
La pasión por la escritura define mi vida en última instancia. Yo a veces tardo para escribir una historia, después las escribo relativamente rápido. Pero lo interesante del momento de la escritura, cuando uno ya se dispone a escribir, es que en ella se cristaliza toda la experiencia de tu vida, todo lo que has leído, todas las imágenes que conforman tu imaginario. La escritura es lo que me sostiene en el mundo.

Usted cita como grandes influencias en  la novela a Joyce, Faulkner y a Kafka (por mencionarle algunos),  ¿Qué autor considera que es el que más influyó en su obra?
El autor que influyó más en mí para toda la vida fue Dostoievski, cuando leí a los 13 años Crimen y castigo. En todo lo que escribo está presente Dostoievski, no como recurso literario, no como forma, sino como visión del mundo y sentimiento del mundo. Es para mí la gran influencia. Ahora, formalmente y a su debido tiempo, recibí grandes enseñanzas de Faulkner, de Joyce y, por supuesto, Kafka, que me permitió dar otra mirada a la realidad. Sin embargo, para mí la gran novela del siglo XX es En busca del tiempo perdido de Proust. Estos son escritores que he leído y sin los cuales no hubiera podido escribir novelas.

¿Y qué reconoce de Dostoievski en su obra?
Bueno, varios amigos me dicen que él está en todas mis obras. Un amigo crítico que leyó mi última novela, Una pasión latina, me decía que allí también está Dostoievski, y se evidencia -me decía- en la vida atormentada del personaje principal, Nolasco Vílchez, quien comete un crimen atroz.

Y a propósito de Una pasión latina, en ella están presentes como temas la bastardía, el racismo y el mestizaje. ¿Estos son temas que de alguna forma lo persiguen, podría considerarse que son sus demonios?
Pienso que sí, pues siempre salen aunque quisiera controlarlos (sonríe).

¿Cuál fue el punto de partida, el chispazo inicial que inspiró esta novela?
Hace diez años un amigo me refirió la historia brutal, truculenta, de un hombre latino que entra en amores con una estadounidense cuando son jóvenes, y 40 años después, cuando están en Estados Unidos, la asesina y la descuartiza. La historia me conmovió porque estaba dentro de ese gran tema que están en todas mis novelas y que Peter Elmore llamó "la condición mestiza".

Este Nolasco Vílchez vive desde su infancia acomplejado por su origen bastardo, por el color de su piel y busca reivindicarse consiguiendo a una mujer blanca y extranjera
Claro. (El crítico literario) Ricardo González Vigil me hacía mención del cuento de Ribeyro,Alienación, donde ve el tema desde un punto de vista satírico. En mi novela, en cambio, está visto desde otra perspectiva, pero finalmente nos remite a eso. Creo que esta es una de las heridas del pueblo peruano.


POLÍTICA, VARGAS LLOSA Y LIBROS

Miguel Gutiérrez estudió Literatura en San Marcos, se graduó con una tesis titulada Estructura e ideología de Todas las Sangres, la obra de José María Arguedas. Su primera novela, El viejo saurio se retira (1969), tuvo más críticas que elogios, pero se reivindicaría con La violencia del tiempo (1991), su obra más importante, y que en el contexto en que apareció desató polémica por su alusión a Sendero Luminoso.

¿Se siente ahora un escritor valorado literariamente? Antes la crítica le ponía reparos a su obra por su ideología marxista
Yo pienso que hasta ahora hay críticos que se acercan con prejuicios a mi obra por mis concepciones políticas y por mis propios escritos. Pero de alguna manera cuento ya con un público y no me quita el sueño ser reconocido por todo el mundo. Obviamente por mis propias convicciones, mis escritos han ofendido a mucha gente. 

Convicciones a las que no ha renunciado, ¿no es verdad? 
No, no.

¿Y es anacrónico definirlo a usted como un escritor marxista? 
No creo que ser marxista sea anacrónico. Eso es lo que nos dicen los liberales, los apolíticos, el marxismo todavía sigue siendo una opción. Bueno, mi marxismo se complementa con mi apertura hacia el pensamiento contemporáneo. Digamos que hay una actitud heterodoxa. Mi marxismo es heterodoxo, pero creo que sigo perteneciendo al mismo campo.

¿Siente que con los años ha dejado de ser confrontacional? Recibió muchas críticas, por ejemplo, por su ensayo sobre la Generación del 50
Creo que mis posiciones fundamentales siguen siendo las mismas. Por ejemplo mi actitud frente al poder no ha cambiado. Yo planteo y sostengo que el escritor debe mantener una distancia frente a todos los poderes para poder decir la verdad. Siempre he sido crítico. Naturalmente en la manera, en la forma, he morigerado el tono confrontacional.

¿Y diría que fue injusto con sus críticas a algunos escritores en ese ensayo sobre la Generación del 50?
Hay que ver en qué momento se escribió este ensayo, pues fue en una época de gran beligerancia. Tiene un tono vehemente, sin embargo no insulto a nadie, no estigmatizo a un escritor por sus convicciones políticas. Por ejemplo, sobre (Julio Ramón) Ribeyro, fue la parte que me resultó más dolorosa de escribir. Fui muy severo con él porque aceptó una condecoración del primer gobierno de Alan García a los pocos meses de la matanza de El Frontón (nota de referencia: en esa masacre de 1986, murió su hijastro Carlos Eduardo Ayala). Sin embargo, en el mismo libro dedico un análisis a la cuentística de Ribeyro, por quien siento una gran admiración, para mí es el mejor cuentista del Perú.

¿Llegó a conversar luego con Ribeyro sobre esto?
No y fue una pena para mí. Una vez me encontré con su hermano (Juan Antonio), pocos meses después de que muriera Julio Ramón y le dije que hubiera querido conversar con él.  "Créeme -me dijo- que Julio Ramón entendía tu posición". 

La violencia del tiempo, esa novela que llaman totalizante ¿ es su mejor novela?
Yo he hecho mi propio ranking y podría decir que esta es mi novela más poderosa de todas. Ahora, a raíz de la reedición (de hace un año) tuve la oportunidad de releerla muchos años después. Me di cuenta del momento en que fue escrita, justo en una etapa en que el país afrontaba una convulsión tremenda. Más que novela totalizante yo la llamo novela summa porque está compuesta de varias novelas.

¿Cuál cree usted que ha sido su aporte a la novela peruana? 
Mire, yo he querido terminar con ciertas dicotomías. Por ejemplo, soy un hombre nacido en una urbe, sin embargo he escrito novelas que transcurren en el campo. Entonces yo nunca acepté que había una dicotomía entre lo rural y lo urbano, creo que un novelista puede transitar entre esos dos mundos. Además, no aceptaba que hubiera separación entre lo nacional y lo cosmopolita. En La violencia del tiempo está la pequeña aldea, está Piura, pero también está París y Barcelona. El escritor no necesariamente tiene que vivir una realidad para escribir sobre ella.

¿Qué le pareció que le hayan dado el Premio Nobel a Mario Vargas Llosa, con quien ha polemizado por sus convicciones políticas?
Yo creo que lo merece. Se pueden tener muchas discrepancias con Mario, pero indudablemente es un escritor formidable. Con esa disciplina para escribir una obra tan vasta, no solo en novelas sino también en ensayos.

¿Cuál cree que es la mejor novela de él?
Creo que Conversación en La Catedral. La guerra del fin del mundo también es una gran novela, pero no me satisface totalmente -no como forma porque es perfecta-, porque pudo haber sido laGuerra y Paz de Latinoamérica si él hubiera tenido una actitud más abierta, más cercana hacia el pueblo, me refiero a los que pertenecieron al bando del Conselheiro.

¿Qué disfruta más leer o escribir?
Cuando estoy embarcado en la lectura, prefiero escribir porque creo que solamente cuando escribo me siento verdaderamente feliz.

¿Escribe todos los días? ¿Tiene horarios?  
Cuando estoy escribiendo sí. Últimamente he dejado mi horario nocturno, durante muchos años trabajaba desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana.

Si tuviera que decirnos los cinco libros más importantes que usted haya leído cuáles serían. 
Un clásico que me impactó mucho que lo leí a los 17 años fue Edipo Rey, de Sófocles. Otro libro fue Los hermanos Karamazov, de Dostoievski. 

De Leon Tolstói me gusta Guerra y paz.

De Marcel Proust, En busca del tiempo perdido para mí es la gran novela del siglo XX.

Y de Latinoamérica pondría tres grandes novelas que para mí son las mejores. De Guimaraes Rosa, Gran sertón: Veredas. También Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, yPedro Páramo, de Juan Rulfo. No sé cuál de las tres es la mejor.
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